Palabras de las fundadoras del proyectoAyumi Miyaura

Un gusto tenerlos aquí.
Me llamo Ayumi Miyaura y soy miembro del Proyecto Hanabi Festival centenario en honor a la amistad
Yo nací y crecí en Japón y conocí por primera vez al Ecuador cuando en el 2004 participé por 6 meses en un programa de voluntariado internacional de una ONG.
Mi sitio de trabajo fue la guardería dentro de la cárcel de mujeres en Quito.
Hasta ese entonces los niños vivían junto a sus madres, quienes cumplían su sentencia.
Aproximadamente 30 niños de edades entre los meses de nacidos a 7 años asistían a la guardería. Y mi trabajo como voluntaria consistía en cambiar pañales, darles el biberón o jugar con los niños. Yo podía apreciar esos pequeños momentos de felicidad como cuando un bebé daba sus primeros pasos, o escucharlos aprender nuevas palabras y tratar de conversar.
Pero rodeados de grandes paredes tras una puerta metálica y negra ese lugar no era nada deseable para la salud mental y física de los niños y mucho peor para su educación. Fue entonces que me enteré que esos niños al crecer también cometían crímenes y terminaban en correccionales no muy diferentes al lugar en el que crecieron. Creando un círculo vicioso. Quiero romper ese círculo vicioso.
Quiero creer que esos niños tienen la fuerza de luchar y cambiar sus vidas en vista de algo mejor.
Quiero que sepan que sí hay esperanza. Mientras esos sentimientos crecían también nació el deseo de mostrarles a los niños las Hanabi de Japón.
¿Por qué las Hanabi Japonesas?
Todos los veranos en Japón yo podía ver las Hanabi florecer en el cielo nocturno con fuerza y una belleza que sobrepasaba mi imaginación, muchas veces me conmovían a lágrimas.
Yo veía mis sueños y objetivos en esas enormes flores de luz, y verlas florecer me daban el valor y la esperanza de que yo podía hacerlos realidad.
Mediante las Hanabi yo quiero mostrarles a esos niños la emoción de conocer un nuevo mundo y que sepan que esa emoción se convierte en la fuerza para luchar por algo.
Una vez de vuelta en Japón, y terminando mis estudios en la universidad, entré a trabajar a una empresa de pirotecnia para algún día llevar las Hanabi al Ecuador. Al trabajar en cada uno de los proyectos y festivales a lo largo de Japón supe también que no era yo la única persona que sentía que las Hanabi eran fuente de valor y esperanza. Ese sentimiento ha sido parte de la historia de Japón para sobrellevar muchísimas adversidades.
Luego de ser derrotados en una guerra mundial y que las ciudades hayan quedado en cenizas, luego de que desastres naturales hayan arrasado con todo lo que representaba sus vidas, aún en esos momentos las Hanabi se hicieron presentes.
Las Hanabi son quienes no nos dejan bajar la mirada y nos impulsan a seguir avanzando.
Esa cultura muy autóctona de Japón, ya era parte de mí cuando estuve en Ecuador, creo que esa fue la razón por la que quise mostrarle las Hanabi a los niños.
En el 2018 Ecuador y Japón celebran 100 años de relaciones amistosas
Mi sueño de un evento de Hanabi en Ecuador para celebrarlo ha involucrado a muchísimas personas creando nuevos eslabones que unen a ambos países. 100
Yo quiero que muchos más japoneses conozcan al Ecuador, que tan solo en 6 meses logró entrar en mi corazón tanto como para querer mejorar el futuro de los niños. Tengo la seguridad de que ese encuentro será el primer paso para los próximos 100 años
Yo creo que las Hanabi que se pueden apreciar por todos, sin importar, raza, nacionalidad, clases sociales ni edades, dando a miles de personas un momento para apreciar su belleza es la mejor manera de festejar estos 100 años.
Aunque tenemos muchos obstáculos en el camino, como es el transporte de la pólvora y el financiamiento del proyecto, estoy segura que lo lograremos.
Seguiré involucrando a más personas hasta hacer mi sueño realidad, poder ver junto a los niños y gente del Ecuador y Japón las Hanabi florecer en el cielo del Ecuador, enmarcadas por los Andes

Palabras de las fundadoras del proyecto

Este proyecto tiene sus inicios en el cariño
de dos jóvenes japonesas por Ecuador.